Introducción a GTD 02: Usa tu mente para crear y no para almacenar

Una de las muchas virtudes que tiene la productividad personal es que con el desarrollo de ciertas habilidades, nos hace más creativos. Para conseguir esto debemos primero habituarnos a no usar nuestra mente como almacén de los innumerables compromisos que nos surgen entorno a nuestra vida diaria. Pero, ¿porqué es esto así?.

La explicación está en el funcionamiento de nuestro cerebro. Al igual que en un ordenador, la memoria es el lugar donde almacenamos las cosas de forma temporal. Por otro lado, la mente, es como si fuese la pantalla, es decir, el lugar donde se visualizan o focalizan las cosas. Si como es habitual, llenamos nuestra memoria hasta los topes y no la vaciamos de vez en cuando, lo más probable es que no seamos capazes de visualizar ni enfocar nada en nuestra mente. Esta situación nos llevará al incumplimiento de nuestro compromisos y por consiguiente a elevar nuestros niveles de estrés de forma inconsciente.

David Allen, dice en Getting Things Done que, ‘Nuestra mente no es perfecta. Si así fuese nos recordaría las cosas pendientes de hacer cuando podemos hacer algo al respecto‘. GTD se basa en gran medida en dar solución a ese este problema y para ello se basa en el funcionamiento natural de nuestro cerebro. Esto se constituye como uno de los principios más importantes del método, es decir, sacar todas las cosas de nuestra cabeza para colocarlas en algún lugar que sea confiable. Esto tiene un doble efecto. Primero, disminuye de forma inmediata nuestros niveles de estrés, dado que nos quitamos de encima la enorme losa de tener que recordarlo todo. Segundo, produce un espectacular aumento de nuestra capacidad creativa, dado que al liberar nuestra memoria, disponemos de más recursos mentales para poder afrontar los problemas. Por todo ello recuerda siempre: Usa tu mente para crear y no para almacenar.